lunes, febrero 16, 2009

Luciérnagas Rojas

Si por la noche, a lo lejos distingues, una multitud de lucecitas rojas en plena ciudad… somos nosotros. De seguro te encuentras dándonos el paso, o te has asomado por la ventana o la puerta de tu casa para vernos y hasta saludarnos, o simplemente estabas por ahí, a nuestro paso, cenando, caminando o sentado…

Como luciérnagas, salimos de noche y brillamos. Así somos los del paseo nocturno. Unos brillan por el esfuerzo de pedalear, otros por sus palabras mágicas de: ánimo, ánimo! Muchos más por dar las gracias a los automovilistas que nos ceden el paso. Unos brillan por auxiliar al que se queda atrás y otros por sonreír al ir acompañados de sus familiares, amigos o pareja. Los organizadores y voluntarios brillan por luminiscencia propia. Bien por ellos, bien por nosotros.

En esta ocasión las luciérnagas rojas nos dirigimos hacía el Batan. Salimos como siempre desde Av. México y Chapu, nos encarrilamos por Av. Américas y seguimos hasta que (no recuerdo qué calles) empezamos a bajar y bajar y cruzar y seguir… de repente estábamos ya cruzando Ávila Camacho y llegando a Federalismo y Fidel Velázquez. Y antes de que otra cosa suceda en mis letras quiero agradecer a mi suegro que muy amablemente ha patrocinado en gran parte el soporte de la bici, ese que va en los coches para poderla llevar a todos lados, gracias suegro J buena onda. Ya hasta quiero salir de la ciudad a pedalear.

Ya en el camino conocía a la “tía”, y pues es una señora en una bici no muy alta, con un vocabulario e ideas floridas y coloreadas. Debo reconocer que tiene mucha imaginación je je je o me he perdido de anécdotas porque no sé qué quiso decir con que no nos habían dado los bolis… y bueno, los insultos cariñosos como: ya vámonos cabrones!! No faltaban en sus gritos. También me percaté de los rastudos, como un chico oí que les llamaba, estos rastudos hacían ciertas suertes en sus biskas, como pararse en una llanta pedaleando, brincar aceras y demás. Esta vez no me toco presenciar muchas situaciones, pero igualmente me gustó este mi tercer paseo nocturno, por eso no creo que si sigo yendo falten mis crónicas, uds. disculparan que no levante la mano cuando piden voluntarios, prefiero el anonimato.

Me gustó el hecho de ver a algunas familias, una mamá con su hijo pequeño que llevaba sentado en el cuadro por ejemplo y hasta adultos con sus contemporáneos. Aunque pocos niños, los que estaban, iban cuidados por sus padres. Lástima pues de los que en un despliegue de la adolescencia rebeldona van fumando, en serio que lo que dijo Cuco (es su nombre?) uno de los dirigentes, en la plaza del batan (donde está el templo y un kiosko) es muy cierto, que dejen sus fumaderas para su casa, cada quién es libre de hacer lo que le plazca pero qué culpa tenemos los que vamos detrás o a lado y nos toca aguantar esa peste?! Y los niños? Y los papás de los niños? Imagínense amigos fumadores de lo verde, que si uds. son padres, les gustaría estar en su lugar? La verdad, la verdad yo no permitiría que mi hijo(a) tuviera que inhalar nada de eso, ya cuando crezca y a una edad madura, pues tomará sus decisiones, pero que pasados los que no respetan a los otros. Eso digo yo, pero además de lo que Cuco dijo, la verdad: no manchen pierden ciertos dominios físicos al ir así, se van a estampar por ir viendo elefantitos azules. Y bueno después del agradecimiento por nuestra compañía y el sermón -petición a los motitos, sin esperar, todos aplaudimos obviamente de acuerdo con que dejen sus cosas para sus casas. Tristeza en serio ver que una chavita, no mayor casi estoy segura de 18 años iba fume y fume y tose y tose. En fin. Ojala que la simple pedaleada les sirviera de desahogo cotidiano, de relax, de ejercicio, de aventura sin necesidad de nada se ven cosas que no son de todos los días en los paseos, es cuestión de observar y disfrutar el camino. Siempre hay buenas puntadas y cotorreo, siempre hay caminos en la mente que nos pueden llevar al lugar que querramos, mi humilde opinión.

Y bueno, una vez más me di cuenta de que conozco poco las calles de la ciudad. Uno se acostumbra al transporte contaminante, a las rutas de siempre, hasta tratamos de acortar camino pero curiosamente todos toman los mismos y resulta que nada se acorta porque más bien se congestiona con tanto auto… y en una de esas calles de las que no me grabé el nombre, que se me sale la cadena! y ya iba cansada, y de por si soy medio deschavetada y sin cadena en la bici pues como que no j aja ja claro que recibí ayuda y a seguirle. Gracias de nuevo a toda la bola. Ojala pudiera usar más la bici en el día, pero con mi bebé aún no me animo a rutas muy largas, poco a poco, poco a poco verdad?

Y para hoy por la noche hay pedaleos también, es el paseo de todos y de la ley de la selva será el disfraz, y será mi primer experiencia de los jueves primeros de cada mes, donde todos van disfrazados y claro que ahí estaremos. Y tú, de qué te vas a disfrazar?

Bicicronista: letrita.

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