miércoles, marzo 31, 2010

Diana ya es una adolescente. Danaí aún es una niña tierna.

Calculen algo así como 10 años a partir de hoy... se aceptan comentarios, sugerencias y demás.



Diana ya es una adolescente. Danaí aún es una niña tierna. Estamos planeando las vacaciones, yo quisiera algo recreativo para ellas, papá quiere un poco de aventura, las niñas quieren convivir con el sexo opuesto, pero de lejitos, así que estamos pensando que una excursión sería lo ideal. Iremos a una ruta arqueológica. Diana y Danaí están felices probándose ropa de excursión, tienen sombreros, shorts beiges, zapatos antiderrapantes, blusas de exploradoras, se ven muy bonitas, cada cual con su respectiva belleza, juegan a descubrir algún resto histórico o pieza antigua de cerámica. Su papá les confisca la mercancía, no es posible sacar nada de las zonas señaladas, yo me rio.



Ha llegado el día. Las vacaciones comienzan. La camioneta está casi lista, las maletas, la música, las bebidas… ellas en su cuarto afinan los últimos detalles en sus bolsas de mano, que si los lentes, el protector labial, el broche para el cabello debe combinar con su atuendo, es muy importante… Papá, revisa el motor, los aceites y yo preparo sándwiches, cada quien tiene su predilección, hay mayonesa ligth para mamá y Danaí, mayonesa normal para papá, crema para Diana, todas llevan mayonesa y tenemos desde jamón de pavo, pechuga de pavo, jamón de pierna y jamón serrano, con el pan es lo mismo, pan integral, pan con semillas, pan blanco y pan de centeno, adivinen qué para cada cual. A mí me gusta la individualidad, respeto sus gustos y mi forma de hacerlo es preparando diferentes almuerzos. Para todos hay fruta y agua fresca, llevamos hielera así que no sufriremos por tanto calor…



La carretera es hermosa, paisajes verdes, floridos, coloreados. Escuchamos música de Diana, por ser la primogénita ganó el derecho, papá y mamá se aguantan, su música vendrá después ya que para ellas es muy aburrida, pero en algún momento caerán dormidas y será nuestro turno sin quejas, caras, ni lamentaciones. Danaí dice que no le gustan los acordes, que sus artistas son mejores, pero juntas van coreando cada letra. Son inseparables, dos niñas hermosas, una atrevida, otra cautelosa, pero siempre juntas, peleando juntas, corriendo juntas, gritando juntas… yo sé que se cuentan sus secretos y me da un gusto enorme saberlo, aunque ellas crean que yo no sé que tienen secretos. Papi es el rey de la casa, él se deja atender, chiquear, convencer y hasta sermonear sobre temas como: -“El color es muy importante en nuestro vestuario porque demuestra parte de lo que sentimos, no nos pueden comprar ropa sin nuestra aprobación porque podría no ser armónico con los accesorios que tenemos, y luego no combinaría nada, así que Papi por favor, tú y mamá esperen en el café de a la vueltita, que nosotras sabremos elegir lo mejor de la tienda y a buen precio, y no es tan cortas las faldas Papi, así es la moda. Todas nuestras compañeras en la escuela se visten así!!! Verdad Danaí?? – Si papi, mi hermana mayor tiene razón. Adiooooos!!! Les mandamos un mensajito cuando ya estemos en caja eh?? (risas) y Papá algo molesto pero resignado dice: vente vieja, vamos por tu pastelito integral y yo quiero una chela… chiquillas canijas! Siempre se salen con la suya!! Al dar la vuelta, las niñas brincan de alegría pero llevándose el ademan de silencio a la boca, no vaya a ser que Papi se arrepienta. Yo, toda orgullosa tomo de la mano a mi marido.



Cosas así voy pensando en el trayecto. Recuerdo a mi padre y a mi madre en carretera también. Yo cantando como loca y ellos soportando mi música ruidosa. Mis hermanos más chicos sometidos a mi voluntad melómana y simplemente, los paisajes y las charlas o chistes hacían que el ambiente fuera uno de los más acogedores de mi vida. Ahora lo vivo desde otra perspectiva y sigo tan agradecida por tantas cosas.



-Mamiiiii, dile a mi papá que necesitamos ir al baño! Por fis por fis por fis.



- Diana, dile tú, ya estás grandecita.



Marco hace cara de que no va a querer. Pero se queda atento. Diana voltea con Danaí y dice: Dile tú! Danaí nada más se rie, conoce bien la manipulación de su hermana y opta por voltear a la ventana de su lado, ignorando la petición.



-Papiiiiiiiiiii.



-Si, Diana, ahora qué quieres. Ya paramos hace rato por papitas, que no te nutren nada, por refrescos y aquí tenemos agua fresca que hizo tu mamá. Y ahora qué quieres?? No me voy a ir a lado de la camioneta roja nada más porque vienen unos chavos que se parecen a no sé qué artista de los que te gustan. Qué quieres?



-Papiiiiiiiiiiiiiiiii, ay papiiiiiiiii nada más quiero ir al baño en la siguiente caseta, ya no aguanto!



- Igualita que tu madre, miona!



-Entonces me voy a hacer aquí y no me importa que hayas llevado al autolavado la camioneta!!



Danaí suelta una carcajada y yo me contengo. Las niñas se empiezan a pelear entre risas. Papá se exaspera.



-Niñas!! Ya!! Dejen de pelear!!!



-Papaaaaaá Danaí me esta haciendo cosquillas para que me haga aquí!!!



- Danaí, deja a tu hermana o tu vas a lavar la tapicería!



- Y yo por qué papá!!! Ella es la miona!!!



_ Miona!! Miona!!! Tú eres la miona!!



Siguen haciendo escándalo y papá empieza a hacer cara de que se esta hartando. Yo mejor volteo hacía otro lado. Hubiera sido más sencillo para mí si le dice que si llegamos al baño en la próxima parada, pero la tranquilidad en la familia y el silencio son cosas raras y esporádicas, estoy acostumbrada. En eso Papá se frena en una curva con abundante vegetación. Las niñas se calman.



-Diana, ahí atrás de esas plantas haces del baño. Danaí acompaña a tu hermana. Y rápido!



- Papá!! Pero si me pica una araña?



-Eso te pasa por miona! Miona! Miona!



Entonces digo yo, tratando de que se respete la herencia de la vejiga pequeña de la que padezco: - Danaí!! Respeta a tu hermana!! Y acompañala como dijo tu padre y es en serio, rapidito! Ya llevamos como una hora de retraso por sus cosas.







Las niñas se callan, buscan el rollo de papel sanitario y se bajan de la camioneta. Las vemos buscar el mejor lugar para Diana y entre quejas y lamentos, Danaí se queda parada con los brazos cruzados mientras su hermana se esconden entre las plantas. Todo eso lo veo por el retrovisor mientras papá destapa un refresco de cola, el agua fresca al parecer es solo para mí.



El trayecto continúa ya sin mayores altibajos. Transcurren cerca de dos horas y papá me pregunta si quiero llegar a comer al restaurant que se ve a lo lejos. Las niñas gritan al unisonó: Si, si, si, si, si!! Papá les dice que se callen, que me pregunto a mí, yo digo sonriendo disimuladamente: está bien. Y ellas festejan.



En el restaurant había un mirador, Diana y Danaí se han tomado cerca de 45 fotos y aún no llegamos a nuestro destino. Papás salen de vez en cuando al alguna imagen, pero las protagonistas, son ellas, aunque son muchas más las veces que Danaí es la fotógrafa que la fotografiada. De cualquier manera yo tengo mi cámara profesional y no es para su uso. Papá me la regaló hace cinco 10 de mayos y sigue siendo una cámara muy buena, de excelente resolución y memoria. En el disco duro tenemos desde fotografías familiares, hasta paisajes y travesuras de las niñas. De vez en cuando aparecen cuadros donde Papá y yo estamos solos.



Al llegar a nuestro destino, las niñas están ansiosas, quieren conocer todo en un día, en el registro del hotel no se pueden estar quietas, van a la tienda de recuerdos, al lobby, al baño a retocarse, se sientan, se paran… buscan a los chicos y Papá solo las observa como cuidándolas e ignorándolas, según él. Son su tesoro, hace casi cualquier cosa por complacerlas, aunque sean tan diferentes y caprichosas. A veces siento algo de celos, es difícil acaparar su atención con dos hermosas señoritas, pero qué puedo decir, yo hago también todo lo que puedo por complacerlas y ahí estamos, ambos, reflejando su brillantez y su centelleo. Una habitación doble para ellas y una King para Papás, con tina por supuesto para mí.



La playa es preciosa, el viaje fue algo largo pero placentero y por fin estamos aquí. Hay actividades dentro del hotel, pero tenemos más planes fuera de él. –Niñas, aquí esta su llave!



Diana corre para tomarla y Danaí hace cara de que mejor es no luchar por ella. Se toman de la mano, Danaí sonríe después de todo y se van corriendo. Papá dice: niñas! Espérenos! Yo le digo… ya, déjalas, van directo a su habitación que esta a lado de la nuestra, no pasa nada. Mmmmm, murmura el Papá. De todas formas, al darles la llave, qué esperabas? Que se sentaran a verla… ay Serrano, ni que no las conocieras, dije yo.



Pausadamente tomamos el elevador, el botons viene detrás nuestro con cinco maletas, si, cinco maletas y nada más somos cuatro pero una maleta tiene sombreros que se pueden aplastar, zapatos, botas, etc. El out fit de las niñas. Papá está cansado del viaje, yo también pero de seguro las niñas estarán brincando en las camas.



Llegamos a las habitaciones, Papá toca en la puerta de las niñas y oímos un grito de Diana que dice: No hay nadie! Y carcajadas de Danaí. Yo miro hacía arriba, como diciendo, hijas de… yo. Así que Papá les dice, vamos a descansar un rato, no salgan! Y Diana grita: ajaaaaa!!!! Danaí sigue riéndose. Ya en la habitación, despedimos al botones con una propina y en cuanto la puerta se cerró Papá se tiro a la cama. Yo estoy en el baño admirando la preciosa y amplia tina en la que tomaré un largo baño.



Después de una hora de ronquidos de Papá, salgo de mi relajante baño, me visto, me maquillo y voy con las niñas. Me abre Danaí toda adormilada, ya está anocheciendo y Diana está en la regadera, se escuchan sus desafinados cantos que intencionalmente desafina y yo abrazo a Danaí y le digo: estás ya cansada chiquita y ella dice, si mami, porque Diana no me dejo dormir con su escándalo, puso la tele con el volumen bien alto y ahora ve nada más como canta… parece un pobre animal en agonía. Las dos nos reímos desahogadamente y ella recupera fuerzas, comienza a urgar en su maleta buscando un cambio de ropa. Diana abre la puerta del baño y sale con el cepillo del cabello en la mano y con una toalla en la cabeza, sigue cantando y gesticulando. Danaí toma sus cosas y se mete al baño también. – Diana, apurate para que vayas a despertar a tu Papá, que está bien dormido y yo ya tengo hambre, además la cena la sirven ya en media hora. Ella voltea y me dice como cantando opera, aún con la toalla en la cabeza y el cepillo en la mano: -Si Mamaaaaaaaaaaaaaá! Ahorita voooooooy!!! Nada más me tengo que arreglaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaar!!! Yo tan solo me río y veo el relajo que han dejado en la habitación tan solo en un par de horas…. - Ay niñas, qué tiradero eh?! Desde el baño se escucha: -Fue Diana mami!!! Y yo les digo: Pues quien haya sido, deben mantener el cuarto limpio y ordenado lo más posible. Diana dice: Aaaaaay mami son vacacioooooneeeeeeeees!!!! Sigue cantando opera en una versión algo distorcionada mientras se desenreda el cabello. Les digo que se apuren y me voy a nuestro cuarto. Marco sigue roncando, opto por hojear la información del hotel, desempacar un poco y al final por ver la t.v. las niñas se siguen arreglando…







Continuará…







¿Qué les parece? dicen que lo que suceda en el futuro se va creando desde hoy, por ello les comparto esta historia que espero y veo haciéndose ya realidad en un tiempo, no tan lejano...



Hagan lo mismo con sus historias, vivanlas desde hoy, el mundo ni la vida parará hasta que el jefe, o sea Dios, deje de chiflar el partido, mientras tanto seguiremos saliendo a jugar.







; )

No hay comentarios.: