martes, enero 05, 2010

Para iniciar el 2010, una reflexión.

"No ser amado es una simple desventura. La verdadera desgracia es no saber amar"



Albert Camus


Me ha llegado esta frase. Mucho tiempo he padecido de la desventura sin darme cuenta o sin caer en la acertiva noción de que muy probablemente no sé de verdad amar... amar aún cuando no te sientes amado o valorado o reconocido.

Tengo semanas, meses reflexionando sobre el tema, luchando con el tema.

Dios así nos ama, creo. Lo tomemos en cuenta o no. Lo consideremos. Lo valoremos o no. Lo reconozcamos en nuestra vida... o no. Nos ama como sea, como seamos, con nuestros hechos buenos o malos. Es muy complicado para mí amar de verdad. Amar de manera divina. Sé que tengo la capacidad, todos la tenemos porque tenemos a Dios dentro de nuestro ser... es un camino duro aprender a hacerlo.

Me acostumbre a sentir (en otras situaciones) que yo era muy importante, que mi bienestar, mi alegría, mis preocupaciones, eran algo de sumo cuidado para el otro. Pero ya no vivo esas situaciones. Sería inmaduro pedir lo mismo, lo peor es que tal vez lo he exigido durante mucho tiempo, de manera inconsciente y hasta conscientemente.

Nadie tiene la obligación de amarnos. Nadie.

¿Nosotros sí tenemos la obligación de amar? No sé si sea obligación, pero al menos entiendo que es muy importante hacerlo, si no... ¿para qué estamos aquí?

Tampoco sé si sea masoquista o no... pero, busco en este año lograr decir y sentir desde lo profundo de mi corazón otra frase, con la cual finalizo mi reflexión:

" Lo único que necesito de tí, es amarte "


NaDiA

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