Es la obra inequivocamente más larga
Es la que comienza mucho antes de dormir
Justo en el ayer eterno en el que nos despertamos
A esta hora del día sólo se escucha un tecleo
Acompañan los suspiros de la hija pequeña que duerme
El perro esta callado
En la cocina las ollas no transpiran
Son notas lejanas las del canario
Y afuera se arpea el tránsito
Todo es conjunto de armonía
A veces desafinada de un hogar
La lavadora canta
El agua que limpia eleva tonos
Crujen sillas a destiempo
Y con la clave de fa comienza otro pentagrama
Pentagrama de escaleras, habrá que subirlas y bajarlas
Melodía primera la del teléfono que no alcanzo a contestar
Poco a poco termina otra jornada
Los interruptores eléctricos entran
La luz de música muda se aleja lentamente
¡Se escucha un aplauso!
¡Qué emoción!
realmente se aclama al quehacer interminable
pero no… no era un encore
se revela la verdad del ama de casa:
han matado un mosquito.
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