jueves, septiembre 22, 2005

Plaquette Plaqueado de Nadia

Presentación del Primer Plaquette
de Nadia Arce Mejía (poemista)


Letras en otras voces
Dondequiera Poesía


Como no es tradición la presentación del sencillo pero contagioso plaquette de Nadia Arce Mejía se hará en breves minutos en voz de sus colegas y amigos ¿cómo? Si, el caso es acudir a la cita y escuchar a los que opinan y quieren leer los seis poemas que componen dicha publicación, en lugar de escuchar el repetido y monótono ritmo lector de la poesía tapatía, aquí será otra cosa, (pretendemos) y adios a los temas dolidos, no sólo serán esos. Además, un cortometraje poético de la misma autora, presentado ya durante el 2005 en Cine Demuestra, Guadalajara, Jalisco (marzo) y en Bogotá, Colombia (junio) dentro del Festival de Cine Independiente de esa ciudad El Espejo. El corto está titulado homónimamente como uno de los poemas contenido en el dichoso plaquette: “Esa cosa entre uno y otro”.

Algo de perfomance, música, arte, brindis y charla, en pocas palabras fiesta. El plaquette plaqueado ha sido bautizado bajo el nombre de Dondequiera Poesía, no tiene editorial, pero si diseño, contenido y por supuesto su respectivo corrector y editor. Calidad en contadas páginas que espera el látigo duro pero retroalimentativo de la crítica.

Sábado 1 de Octubre 2005

LAICE Laboratorio de Arte Integral Centro Experimental
Morelos 1110 esq. Argentina
20:00 horas

Prólogo
Dondequiera Poesía
Por Rubén Páez Kano


Periplo por la escritura


Se dice que en el principio fue el verbo y se sabe que los poetas tomaron, desde tiempos muy remotos, el encargo de cuidar la vigencia de la palabra y, más tarde, de la escritura.

Nadia Arce, criatura juguetona y poeta de rizos rojizos, es hoy partícipe activa de esa tarea y nos entrega su reconstrucción del trayecto de la palabra escrita.

Al satisfacer su necesidad de contar, nos regala el relámpago de sus palabras. De una necesidad similar —hace 5,200 años en el Medio Oriente—, un pictograma testimonia el surgimiento de la escritura y las matemáticas.

Luego, además de la previsión del tiempo y contar los bienes, la escritura sirvió a los hombres para cantar y conservar desgracias, aventuras y esa cosa entre uno y otro que dieron origen a la literatura.

Nadia empareja su periplo con la historia de la escritura y canta y conserva —el amor, la crisis, el duelo— hasta arribar a su desencantada situación actual: desempleo de poeta, reflejo vivo de la situación general azuzada por la falaz visión que señala el final de la vigencia de la palabra escrita.

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